Recuerdo con nostalgia cada vez que llegaba por correo esa revista tabloide e impresa en papel periódico. A veces, recibía dos ejemplares iguales, otras veces no llegaba ninguno. Era una revista de subscripción y envío gratis. Se llamaba U&lc (Upper and Lower case. The International Journal of Typographics) y era el resultado de una excelente idea de divulgación de la ITC, International Typeface Corporation. ¿Qué mejor manera de difundir su producción que con una revista trimestral? La ITC se había fundado en 1970 por Herb Lubalin, Aaron Burns y Edward Rondthaler, y fue la primera fundidora en utilizar la fotocomposición y la computadora en lugar de los tipo de metal. La primera edición fue un poco la evidencia de una transición: 24 páginas impresas en blanco y negro, pero con una declaración de sus objetivos: “U&lc proporcionará una ventana panorámica, un escaparate para el mundo de las artes, un medio gráfico para la intercambio internacional de ideas e información «.
En su contenido era frecuente encontrar artículos de los fundadores Burns y Roandthaler. Más tarde aparecerieron regularmente notas del editor Edward Gottshall y el colaborador Steven Heller junto a especímenes de Hermann Zapf, Ed Benguiat y Aldo Novarese, ilustraciones de Chas, Slackman, Ed Sorel, Murray Tinkelman y Lionel Kalish, y caricaturas de Lou Myers. Siempre, muy discretamente, en algún lugar de la página, se mencionaba la fuente tipográfica utilizada para ese artículo en particular.
Todos los layouts fueron diseñados por Herb Lubalin, quien estableció la estética durante 11 años hasta su muerte prematura en 1981. Después de eso, el director de arte Bob Farber tomó el timón, seguido de una larga (e impresionante) lista de diseñadores invitados. Dicha lista incluyó a Paul Davis, Carin Goldberg, Milton Glaser, Walter Bernard (WBMG) y Pentagram. Los archivos de diseño de AIGA contienen un puñado de números que incluyen el diseño de Lubalin para la competencia Communication Graphics de 1974. La revista dejó de publicarse en 1999, tristemente con un formato reducido de 8.5 × 11″ que ya no le hacía justicia.
Para quienes no la conocieron, existen los archivos digitales que nos permiten apreciar su contenido. Sitio para descargar números de la revista.