POR ALEJANDRA CARBONE
Johnston Sans
En 2016 se cumplieron 100 años desde que el diseño de Johnston hizo su primera aparición en el metro de Londres. En 1908, tres hechos habían transformado la identidad del incipiente ferrocarril subterráneo: la adopción del símbolo circular, el uso del nombre «Underground» y la incorporación de los primeros boletos de la red hechos a máquina. Estas innovaciones fueron parte del plan del director Albert Stanley y del entonces oficial de publicidad Frank Pick para rescatar a la alicaída Underground Electric Railways Company of London. A partir de estas intervenciones, nació una marca, y se encargó al calígrafo Edward Johnston que creara una tipografía tan visualmente llamativa como ella.
Johnston se basó en formas históricas que admiraba: las mayúsculas trajanas y se esforzó por representar una esencia humanista entre el caótico paisaje visual que surgía en Londres en la década de 1930. Pensemos que en ese momento, la publicidad y la marca colonizaban el espacio visual cotidiano y competían por la atención de pasajeros y peatones a través de una verdadera tormenta de apelaciones tipográficas. Pero Frente a esto, Johnston tenía una intención innovadora: crear un tipo de letra que fuera discreto, cotidiano y corriente. Quizá esta sea la cualidad que explica la longevidad de este diseño; la forma en que se ha convertido en una característica del paisaje de la ciudad y se ha incorporado en sus infraestructuras públicas. El diseño de Johnston marcó una ruptura con los tipos sans serif populares por entonces, conocidos como grotescos, que tendían a tener formas inspiradas en la rotulación.
Para Johnston, la letra más importante del alfabeto era la «O», que junto a la «I», resolvían todas las demás. En el alfabeto que desarrolló algunos aspectos son geométricos: la letra O es un círculo casi perfecto y la ‘M’, a diferencia de las mayúsculas romanas (pero similar a Caslon) es de lados rectos. La ‘g’ mantiene el ductus de la serif‘. La ‘l’ copia el rizo de la ‘t’ y produce una letra bastante ancha en comparación con la mayoría de las fuentes sans-serif. Las minúsculas i y j tienen puntos o títulos cuadrados colocados en diagonal, un motivo que en algunas digitalizaciones se repite en el punto, comas, apóstrofes y otros signos de puntuación.
El diseño de Johnston se realizó originalmente en tipos de madera para carteles grandes y en metal para imprimir. Tenía solo dos pesos: regular y negrita, y esta última no tenía letras minúsculas. La London Transport a menudo no la usaba para imprimir documentos que requerían textos en cuerpos pequeños. Por ejemplo, en los horarios usaban Gill Sans o Granby. En la década de 1970, con el advenimiento de la fotocomposición, el tipo Johnston resultaba difícil de usar y comenzaron a utilizar otros tipos de letra como Helvetica, Univers y News Gothic. Para mantener la identidad corporativa, London Transport encargó la realización de una versión para la entonces nueva tecnología y así surgió la New Johnston. Esta fue una versión rediseñada en 1979 por Eiichi Kono para la Banks & Miles y possía ocho variables: light, mediano, negrita con la cursiva correspondiente, mediana condensado y negrita condensada.
Johnston en la era digital
Entre 1990 y 1992 Banks and Miles, en asociación con Signus Limited, digitalizó las primeras fuentes PostScript Type1 para el entonces London Transport. También se agregó New Johnston Book, un peso especial con modificaciones distintivas para permitir una mejor representación en impresoras láser de baja resolución. El peso de New Johnston Book fue diseñado específicamente para publicaciones de gran volumen y su uso estaba destinado a restringirse a tamaños inferiores a 12pt. En 2002, el tipo de letra fue digitalizado en nombre de Transport for London por Agfa Monotype Corporation, con la adición de dos pesos adicionales, Book y Book Bold, así como las variantes cursivas correspondientes. Esta familia es conocida como ‘New Johnston TfL’ y no es comercial.
Una nueva versión, conocida como Johnston 100, fue encargada por Transport for London a Monotype en 2016 para conmemorar el 100 aniversario de la introducción de la tipografía. Incluye dos nuevos pesos, ‘Hairline’ y ‘Thin’, para uso digital, así como símbolos como el numeral #. Se han restaurado varias formas como la ‘g’ minúscula que se había perdido en la New Johnston. Esta versión tiene el objetivo de reflejar las intenciones originales de Johnston y estar más cerca de la versión original.
ITC Johnston: Producido en 1999 por los diseñadores tipográficos británicos Richard Dawson y Dave Farey. Desde 2002 en formato OpenType. En marzo de 2009 se lanzó la ITC Johnston Pro
P22 Type Foundry: esta fundidora vendió la original a través de un acuerdo con el Museo del Transporte de Londres, pero vende la fuente con el nombre Underground Pro en formato OpenType con todas las funciones en 6 pesos que admite idiomas latino, griego y cirílico. https://p22.com/family-Underground.
Railway Sans: es una interpretación de código abierto del original de Johnston diseñada por Justin Howes y Greg Fleming. Incluye una serie de glifos alternativos, como una W inspirada en Garamond (utilizada en carteles antiguos en la estación de West Brompton), ligaduras y un diseño de flecha característico. https://github.com/davelab6/Railway-Sans
Paddington: es una digitalización básica de dominio público diseñada por Stephen Moye, que incluye diseños en cursiva y negrita. http://moorstation.org/typoasis/designers/moye/index.htm
Gill Sans
«Gill Sans es la Helvética de Inglaterra: ubicua, funcional y, sin embargo, también bastante específica en su capacidad para señalar nuestras nociones de tiempo y lugar. Bromeando como diseñador gráfico, una vez dije: “¿Cómo se hacía el diseño británico de posguerra? A. Compóngalo en Gill Sans. B. Imprímalo en British Racing Green (color verde, también conocido como BRG, color tradicional de los automóviles de carreras británicos).”’Como tipo de letra preferido de las instituciones británicas (los Ferrocarriles, la Iglesia, la BBC y la editorial Penguin), Gill Sans es parte del patrimonio visual británico al igual que el Union Jack y el pin de seguridad.» (Archer, 2007).
A Eric Gill le toca actuar en un tiempo caracterizado por una serie de innovaciones surgidas en los procesos de producción de tipos y en la composición de textos. Estos cambios, representados por la difusión de las máquinas Linotype y Monotype y por los pantógrafos para el grabado de punzones, habían producido una clara ruptura en comparación en el pasado e implicaban la necesidad de definir nuevos diseños adecuados a las nuevas tecnologías, así como rediseñar y adaptar los viejos caracteres tipográficos.
Este proceso también implicaba la necesidad de considerar aspectos estéticos y formales, y representaba una oportunidad formidable: la de releer críticamente la historia del carácter tipográfico y decidir qué formas revitalizar y cuáles abandonar. su centro en Londres giraba en torno a Monotype Corporation, y quien fue el designado por la compañía para definir un programa fue Stanley Morison. La visión de Morison favorece la búsqueda de la medida clásica y la subordinación de los elementos formales a la funcionalidad de la página impresa. Había escrito en su breve ensayo Primeros principios de tipografía aparecido en el séptimo volumen de «The Fleuron» (Cambridge, 1930) que la tipografía es «el arte de organizar correctamente el material de impresión para fines específicos, a saber, el arte de organizar letras, distribuir espacios y verificar los caracteres de una manera que ayude al lector para una comprensión óptima del texto. Es el medio para un fin esencialmente utilitario y solo accidentalmente estético, ya que el disfrute de la forma rara vez es el objetivo principal del lector «.
Trabajos de estudiantes de nivel 2 sobre Eric Gill
Al igual que las letras de Johnston para la red subterránea de Londres, Gill Sans se diseñó para una pieza de señalización, un cartel para la tienda Douglas Cleverdon. Para complementar la señalización exterior, Gill produjo un alfabeto contenido en un libro en blanco que estaba destinado a ser una guía para que Cleverdon hiciera avisos y anuncios. Pareciera que la intención inicial fue bastante casual, pero el resultado fue aprovechado por Gill. Su patrocinador fue Stanley Morison, quien como ya mencionamos se desempeñaba como asesor de Monotype Corporation.
Gill Sans se lanza en 1928 con un éxito inmediato y triunfó entre varias de las corporaciones más representativas de la sociedad británica: la iglesia de Inglaterra, la BBC, la editorial Penguin y sobretodo la British Railways que la utilizó para sus horarios y cartas de los coches restaurantes.
Gill Sans en la era digital
Desde 2006, se distribuye libremente con los productos OS X de Apple y Creative Suite de Adobe, y es hora de volver a examinar sus fallas. Desde que Gill Sans se incorporó a la biblioteca de Adobe / Linotype a principios de la década del 90, lo que solía ser Monotype Gill Sans se convirtió en Gill Sans. El nuevo nombre con la atribución de fundición faltante sirven para distanciar a los usuarios actuales de esta fuente de cualquier conocimiento que Monotype utilizó para emitir Gill Sans en una serie con diferentes cortes alternativos. Los lectores con experiencia en el metal y la configuración de fototipos pueden recordar este sistema, pero ahora, la mayoría de nosotros tenemos esta versión «combinada» de GillSans.
Monotype lanzó la serie Eric Gill, que incluye Gill Sans Nova (una actualización muy esperada de George Ryan) en noviembre de 2015, con una exposición en Brick Lane, en Londres, en Truman Brewery. Esta nueva versión ahora aborda varias de las críticas hechas en el artículo original (2007), incluido un número reconocible 1 y un peso semi-negrita, lo cual es muy útil cuando se usa Gill Sans Light para la configuración de texto. Este ‘nuevo’ Gill Sans también incluye caracteres griegos, cirílicos y muchos acentuados en formato Opentype, así como clasificaciones adicionales y números romanos, (pero no versiones alternativas de b, d, p o q). Aparte de esto, no puede haber ninguna mejora real en las formas de los personajes, precisamente por las razones dadas en el artículo original.
Gill vs Johnston
¿Por qué se difundió más la Gill Sans que el diseño de Johnston que lo predecía en 15 años? Ben Archer, en un muy interesante artículo, arriesga una explicación: la poderosa influencia de marketing de la Monotype Corporation y la iconoclasia egoísta de su autor. Admite que si bien determinado caracteres de la Gill Sans como la Q, R, a, g y t, son diseños por derecho propio, la mayoría son peores que en el diseño de Johnston. De su pormenorizado estudio comparativo podemos concluir:
- La Gill sans deriva su diseño de los signos diseñados por Johnston.
- Los modificaciones introducidas por Eric Gill en muchos casos disminiyen la legibilidad. Por ejemplo, la eliminación de la base de la i minúscula que la distingue del 1. (Monotype se vio obligada a producir un corte alternativo completo para Gill Sans, designado con una ‘F’ que incluía un número 1 «adecuado» y que podría usarse para el ajuste numérico, tales como precios en escaparates y horarios. Esta tradición, mantenida por Monotype hasta principios de la década del 90, no la heredó la Adobe Gill Sans.)
- Su rango de pesos parece más oscuro y menos distribuido si lo comparamos con otros diseños como por ejemplo la Futura. Esta es la razón por la cual la serie 442, el peso Ultra Bold, también se llama Kayo por «knocaut»: fue considerada como un campeón de peso pesado (inglés) capaz de pelearse con la Futura Extra Bold (alemán).
- A pesar de ser descripta como basada en formas y proporciones de caracteres romanos esto es discutible ya que el autor cambió las proporciones entre la altura de la mayúscula, el ancho del trazo y el ancho del carácter. Solo con la ‘J’ y la ‘Q’ hay un posible argumento en ese sentido. Si bien la mayoría de las mayúsculas parecen estar comprometidas con sus contrapartes de Johnston, las demostraciones significativas se refieren a las formas más simples. Con la ‘E’ y la ‘F’ mayúsculas, Gill estandarizó la longitud de los brazos inferior y medio para que coincidan con el ancho del brazo superior, reduciendo los anchos generales de ambas letras para compensar. Esto altera el equilibrio de las letras en contradicción directa con la idea de que de alguna manera estaba preservando las proporciones clásicas. Mientras Gill redujo las proporciones de la ‘M’, su versión de ‘L’, ‘N’ y ‘T’ son mucho más anchas que en el alfabeto de Johnston. De manera crucial, esto también crea un espacio en blanco adicional alrededor de las formas de las letras, por lo tanto, la ‘N’ y la ‘T’ dominan la apariencia de Gill Sans con su amplio espacio abierto en diagonal y blanco, lo que requiere un cuidado especial con el kerning y el espacio entre letras.
Otro punto de vista acerca de la comparación entre la Railway Type de Johnston y la Gill Sans es que si bien superficialmente parecen muy emparentadas por ser de sanserif funcionalistas, sus orígenes apuntan a ideas muy diferentes sobre la cultura tipográfica y su relación con la arquitectura. El diseño de Johnston está tan estrechamente relacionado con la experiencia cotidiana de London Transport y es tan exitoso en ese contexto que sigue siendo la contribución más significativa del diseño tipográfico en relación con al contexto urbano. Sin embargo, su influencia fue limitada, en parte por las restricciones de los derechos de autor y también porque la Monotype hizo que el uso de Gill Sans muy amplio. Rápidamente se convirtió en la principal alternativa anglosajona a las otras sans de la Europa continental.
¿Johnston sans reinvidicada?
Además de los revivals aprobados y autorizados, como el London Underground (1997, Richard Kegler) y el ITC Johnston (1999, Dave Farey y Richard Dawson) de P22, una serie de diseños de tipos recientes ahora nos recuerdan la belleza original de la visión de Edward Johnston en lugar de la de Eric Gill.
El Ayuntamiento de Sheffield encargó a Jeremy Tankard la creación de la Sheffield Sans. Ahora publicada como Wayfarer, esta tipografía fue parcialmente inspirada en el espíritu de Granby, que originalmente fuera lanzada en 1930 por la fundición de Sheffield Stephenson, y por entonces llamada Blake. Creada en un momento en que Gill Sans era la nueva sensación, Granby fue pensada para ser su competencia local.
Hoy sabemos que para vencer a la competencia, Monotype empleó una cierta cantidad de recursos para asegurar el éxito de la Gilll sans ofreciendo por ejemplo, descuentos en volumen a clientes institucionales. Sin embargo, en términos de diseño, la ventaja secreta de Blake podría haber estado en el hecho de que la habían cortado tomando de basea las matrices de madera de las letras originales del metro de Londres de Johnston.